Por: Santiago Andrés Acosta Palacio
"Adán y sobre todo Eva, tienen el mérito original de habernos liberado del paraíso, nuestro pecado es que anhelamos regresar a el". Estanislao Zuleta.
La vida no tiene sentido cuando no hay nada por qué luchar, cuando se es plano en cuanto a sentimientos y sensaciones. Las preocupaciones, los temores y los problemas, son definitivamente parte fundamental de la vida humana. Vivir en un mundo donde todo es felicidad, donde todo está a nuestro favor y no tenemos que luchar ni hacer sacrificios para obtener recompensas, no tiene un sentido verdadero.
Si viviéramos en un mundo donde no existiera la crítica, la duda, el pensamiento o el inconformismo, de seguro seríamos como una especie de robots. El respeto no existiría, pues cada quién tendría lo que necesita y lo que quiere; no habría nada por qué luchar, no habrían motivos para agachar la cabeza y aceptar que el pensamiento y las ideologías de las demás personas también son validas.
El despertarnos cada mañana con una duda o una inquietud diferente y el deseo de encontrar una respuesta o una solución, es lo que hace que la vida tenga un valor y un sentido verdadero. Gran parte de estas dudas son por nuestro origen, ¿de dónde venimos?, ¿quiénes somos?, ¿para qué llegamos a este mundo?. Hay muchas versiones sobre el origen del hombre, pero una que ha marcado el pensamiento de muchos, es aquella que cuenta la Iglesia Católica acerca de Adán y Eva.
Investigadores han tratado de buscar respuesta a aquellas inquietudes por sus propios medios. Cuando encuentran algo que posiblemente pueda afectar a la religión católica, más aún a los laicos en cuanto a sus pensamientos y creencias, la misma iglesia se encarga de señalarlos como revolucionarios o falsos profetas. Igualmente pasa en nuestro país con el Estado, quién piense diferente es calificado como de izquierda; pues, supuestamente, quién no está con ellos, está contra ellos.
Investigar permite adentrarse en un espacio, en un mundo o un universo no conocido. Ayuda a recolectar experiencias, casos, historias vividas, entre otras cosas. La investigación permite conocer aquello a lo que aún no hemos tenido acceso. Es buscar y encontrar la veracidad de algo.
Si a todo lo que vemos, escuchamos u olemos le diéramos importancia, no nos quedaríamos con lo primero que aparece, pues, por el contrario, investigaríamos hasta encontrar lo verdadero. Eso es lo más maravillo del mundo de la investigación, que permite conocer datos acertados, y no, datos manipulados.