La comunicación como campo de conocimiento

Por Santiago Andrés Acosta Palacio

Comunicar es expresarse, interactuar, gozar, proyectarse, afirmarse en el propio ser, abrirse al mundo, sentirse y sentir a los demás. (Prieto 1996).

La comunicación y la investigación van de la mano, pues de esta manera es que surge la superación de los pensamientos unidimensionales y funcionales, además de la formación de profesionales innovadores, creadores, propositivos, sistemáticos y rigurosos; capaces de entender la complejidad del mundo, actuar y proponer soluciones.

Una buena comunicación es aquella que está basada en el diálogo, pues es la que garantiza un desarrollo social apropiado y sostenible. Muchos olvidan que para hacer buenas propuestas de cambio, buenas propuestas comunicativas, hay que partir de las necesidades de desarrollo. Adentrar en diferentes comunidades, aprender, o por lo menos entender su cultura, sus identidades regionales, locales, sociales, políticas y éticas, permite un desarrollo comunicativo fluido. Cuando los medios de comunicación dejan de ser simples transportadores de información y se convierten en mediadores sociales y culturales, es cuando realmente surgen los llamados agentes de socialización.

Hoy en día las universidades le apuestan a la formación de estudiantes en conjunto con la investigación, pues así se educa en crítica, propuestas, formas y modos de comunicación. Cada vez surgen más ámbitos de investigación gracias a las diferentes líneas comunicativas (Comunicación audiovisual, publicitaria, organizacional, educativa, para el desarrollo, intercultural, entre otras).

El principal objetivo de la comunicación social, entendiéndola como una transdisciplina, en conjunto con la investigación, es formar ciudadanos idóneos que asuman actitudes interpretativas y críticas de cada problema o situación; y a su vez lancen propuestas responsables para resolver dichos problemas.

PREGUNTA:

Si las disciplinas tienden naturalmente a la autonomía, por la delimitación de sus fronteras, por la lengua que las constituyes, las técnicas que están conducidas a elaborar o a utilizar, y eventualmente por las teorías que les son propias, (Moran, 1994: 14). ¿Cómo pueden llegar a funcionar varias disciplinas unidas, si cada una tiene establecidos unos límites?.